La rosácea es una afección común de la piel que causa enrojecimiento y vasos sanguíneos visibles en la cara. También puede producir pequeñas protuberancias rojas llenas de pus. Estos signos y síntomas pueden aparecer durante semanas o meses y luego desaparecer por un tiempo. La rosácea puede confundirse con el acné, otros problemas de la piel o la rubicundez natural.
La rosácea puede afectar a cualquier persona. Pero es más común en mujeres de mediana edad que tienen la piel clara. No existe un tratamiento definitivo para la rosácea, pero el tratamiento puede controlar y reducir los signos y síntomas. El único tratamiento que es pretendidamente curativo es con luces, como el Dye láser, que apuntan a esclerosar las paredes de los vasos, principal causante de los empujes de rosácea.
La rosácea generalmente causa un enrojecimiento persistente en la parte central de la cara. Los pequeños vasos sanguíneos de la nariz y las mejillas a menudo se hinchan y se hacen visibles.
Muchas personas con rosácea también desarrollan granos en la cara que se parecen al acné. Estas protuberancias a veces contienen pus. La piel puede sentirse caliente y sensible. A veces se asocia con afectación ocular. En algunas personas, los síntomas oculares preceden a los síntomas cutáneos.
Con el tiempo, la rosácea puede engrosar la piel de la nariz, y hacer que esta parezca bulbosa (rinofimia), lo mismo puede suceder en mentón u otras zonas. Esto sucede con mayor frecuencia en hombres que en mujeres.
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